La presente obra consta de una serie de artículos relativos al pontificado del Papa Francisco, iniciado en medio de una situación convulsionada. Su antecesor, Benedicto XVI, se despidió del ministerio petrino lamentando las divisiones de la Iglesia, siendo el primer pontífice que renunció a su cargo en seis siglos.
Inmensos han sido los desafíos que debió enfrentar y el correr de los años no ha reducido esas dificultades. Al contrario, se incrementaron con la aparición de la pandemia, el recrudecimiento de antiguas guerras y el surgimiento de nuevos enfrentamientos que no han hecho otra cosa que confirmar aquella temprana advertencia que hizo Francisco acerca de que la humanidad estaba sufriendo una “tercera guerra mundial en etapas”.
El Papa pone mucho empeño en evitar las posiciones polarizadas. Protege los derechos de los sectores populares en virtud de los principios de la doctrina social de la Iglesia, pero también defiende la vida humana desde la concepción oponiéndose al aborto y a la eutanasia. Tiene una mirada integral. No hace recortes. No hace selección de qué valores cristianos amparar, como hacen muchos de sus acendrados críticos. Defiende todos.
En definitiva, el Papa Francisco busca que todos los sectores, sean “tradicionalistas” o “progresistas”, permanezcan unidos en la Iglesia, porque la Iglesia no es ni “conservadora” ni “progresista”. No pretende la exclusión de nadie. No alienta la división en facciones o partidos. Se anhela la integración y la unidad de todos. Esa ha sido, es y será la vocación del pontificado de Francisco. Siempre trabajando por la unidad como lo ha hecho durante toda su vida.

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